Samu nunca pudo con la fórmula

En el artículo en que les contaba sobre el tema de acostumbrarlo a estar sin mamá antes de terminar su licencia de maternidad, había una pregunta sobre si tendría que darle fórmula (porque, lo siento, pero no se le puede llamar leche) en caso de que el banco de leche no alcanzara. Pues yo lo intenté y les voy a contar la historia.

Mi licencia de maternidad se terminaba en Noviembre y mi mamá iba a cuidar a Samu, acompañada de una niñera, hasta que entrara al jardín en Enero. Y sí, Samu entró al jardín a los 6 meses porque preferíamos eso a dejarlo con una persona desconocida en la casa. Nosotros no estábamos de acuerdo en dejarlo con la abuela, ella ya había criado a sus hijos y sería cambiar su vida por completo.

Yo empecé mi banco de leche en Octubre y todos los días, mientras alimentaba a Samu de un pecho, me extraía del otro para aprovechar la prolactina y el reflejo de eyección generado por la oxitocina. Sin embargo, como era algo nuevo para mí y para mi mamá, me dijo que tratáramos de darle a Samu en el día, por lo menos, un tetero de fórmula para que se fuera acostumbrando en caso de que mi banco de leche no fuera suficiente y acepté.

Compramos un tarro pequeño y le dimos su primer tetero, algo pequeño sólo para que lo probara. El resto del día le di sólo lechita materna. El segundo y tercer día hicimos lo mismo, pero justo ese último día vimos que llevaba ya dos días sin hacer popis, nada de nada, y empezó a llorar. El llanto era de dolor, porque llega un momento en que uno empieza a reconocer cada tipo de llorada. Y, cuando logró hacer, era totalmente diferente al de un bebé alimentado con leche materna. Básicamente, le dio estreñimiento, sólo con 3 teteros repartidos en 3 días. El tarro de fórmula, obviamente, tocó regalarlo.

Entré en pánico porque no sabía qué iba a hacer si mi leche no alcanzaba, pero como buena cuadriculada me senté a buscar información y entendí varias cosas:

• No hay necesidad de darles fórmula, a menos que, de verdad, no tengas leche (que ocurre en un 5% de los casos), no quieras lactar (que también es válido) o haya algún caso en que la madre no pueda hacerlo.
• No hay necesidad de acostumbrar a tu hijo a tomar otra leche mientras aun estés con él.
• ¿Para qué adelantarme a que no iba a alcanzar la leche del banco cuando, ni siquiera, había empezado a ir a la oficina?
• Empecé a planear de verdad mi banco de leche en la casa y cómo haría en la oficina para extraerme
• Me di cuenta de que, luego de empezar la alimentación complementaria, Samu podía incluso hacer huelga de hambre y no tomar tetero ni nada hasta que yo regresara.
• Como no tengo un medidor en el pecho para saber cuánta leche tomaba Samu, tampoco sabía cuánto iba a tomar al día y hasta cuándo iba a alcanzar el banco de leche.
• Y, finalmente, entendí que debía soltar y dejar de anticiparme y sufrir por cosas que no habían pasado aún. Iba a disfrutar de Samu cada día y cada toma y después, día a día, actuaría.

Y bueno, nunca le tuve que dar fórmula, mi banco de leche alcanzó hasta el año y medio, y luego simplemente él se desatrazaba cuando llegábamos a casita.