Mamá, ¿tú naciste siendo niña, o niño?

No es en vano que pensemos que ahora la crianza es más compleja que antes. La comunicación se ha hecho mucho más rápida, pero no por ello más sencilla. La inclusión, en todos los sentidos, nos ha generado una nueva variable en la crianza que, si o si, debemos aprender a manejar, a comunicar y a enseñarle a nuestros hijos. Debemos reaprender como padres, para que no sea una variable más para nuestros hijos, sino que sea algo que ya forme parte de su vida.

Hace poco, mi hijo mi hijo me sorprendió con la pregunta “Mamá, ¿tu naciste niña y creciste niña; o naciste niño y luego te convertiste en niña?”

QUE!!!!! Mi primera pregunta interna fue ¿de dónde sacó eso? ¿Quién le dijo, a sus 4 años y medio, que uno se puede convertir en niña naciendo niño o al revés? Y no porque yo esté en contra de esto; de hecho, mi posición frente a todo esto no tiene nada que ver en lo que estoy escribiendo acá; sino que esto ya hace parte de la vida de nuestros hijos queramos o no, y debemos aprender a manejarlo.

Ahora, antes que nada, antes de poner el grito en el cielo, antes de mostrar un acuerdo o desacuerdo, esto es una cuestión de respeto. Respeto hacia la diversidad, respeto hacia las personas que piensan diferente, respeto hacia cómo siente cada uno. Y ese respeto se debe generar de los dos lados.

Y bueno, ¿cuál fue mi respuesta? Una simple “yo nací niña y crecí siendo niña, por qué?”. “No mamá, sólo me pregunté eso, ¿y yo siempre he sido niño?”, me dijo. “Si amor, siempre has sido niño y cuando seas mayor tu decidirás”

¿Duro? Uufffffff, a nosotros no nos enseñaron a incluir esa parte en nuestras vidas, a asumir que nuestros hijos pueden tomar ese tipo de decisiones más adelante, a elegir pareja de otro sexo o del mismo o de ninguno, a ser tan diferentes a nosotros.

Hagámonos conscientes que ahora tenemos que pensar en una mayor cantidad de variables que sólo la económica para criar a nuestros hijos, como la normalización de tantas cosas que se observan ahora y antes, simplemente, estaban escondidas. Aprendamos nosotros a respetar las diferencias para poder enseñarlo a nuestros hijos.