Experiencias, Posparto

Decir que estoy cansada no quiere decir que no quiero ser mamá

Yo también he querido salir corriendo

Yo también he querido salir corriendo, yo también me he cansado, yo también me he cuestionado la decisión de haber sido mamá, yo también me he sentido mal por ello, yo también he recibido comentarios diciendo que soy desagradecida. Y es que yo también soy humana, y me canso, y me frustro, y amo a mi hijo como a nada el mundo. Y es que sentir todo eso no me hace mala mamá, y no significa que me arrepienta de serlo.

Por ahí una filósofa influencer dijo hace poco “el que no aporte para el arriendo, que no opine”; y tiene tanta razón. Ahora no se lo vayan a tomar 100% literal porque obviamente una tribu es tan necesaria para criar, para acompañar; pero se nos olvida que acompañar NO significa tener que dar nuestra opinión.

acompañar NO significa tener que dar nuestra opinión.

Nadie sabe lo de nadie; nadie sabe lo que pasa en la vida, el alma y el corazón de otra persona; nadie sabe lo que esa mamá buscó quedar embarazada o, por el contrario, la angustia que le dio al saberlo porque nunca soñó con convertirse en madre. Nadie sabe si su vida familiar está en paz, o si día a día trata de mantener su relación a flote; nadie sabe lo que uno sufre cuando un hijo está enfermo y la felicidad que se siente ante cualquier mejoría.

Y sí, ser mamá y papá cansa, cansa demasiado. Las noches sin dormir; las enfermedades así sean una gripa donde, de verdad, he rogado que el enfermo no sea él sino yo. Cansa sentir tanta vulnerabilidad, tanta impotencia, tanta incertidumbre. Cansa darse cuenta de tantas cosas por sanar, por liberar; cansa la lucha por no poner en sus hombros la responsabilidad de lograr lo que yo no logré. Y todo eso porque, simplemente, amamos a nuestros hijos.

Y todo eso porque, simplemente, amamos a nuestros hijos.

Empatía, la palabra de moda...

Brené Brown nos habla de la empatía en 4 puntos principales

  1. Tomar la perspectiva de la otra persona como propia y como una verdad total
  2. Hacerlo sin juzgar, sin cuestionar
  3. Reconocer la emoción que la otra persona está sintiendo
  4. Tener la habilidad para comunicarlo.

Empatía es conectar, es reconocer y no reducir lo que el otro siente. Empatía no es decir cosas como “menos mal tu bebé sólo tiene una gripa, agradece que podría ser peor” o “¿cansada? Pero tu fuiste la que quisiste un bebé”. Que te dijera, yo sé que mi bebé tiene una gripa y que podría estar en la clínica con otra cosa, pero, en este momento, para mí esa gripa es dura. Y si te digo que estoy cansada es que estoy cansada simplemente, no que no quisiera ser mamá. En realidad, en este aspecto, menos, es más.

Empatía es conectar, es reconocer y no reducir lo que el otro siente.

Así que, con la mano en el corazón, acá te ofrezco alguien con quien conversar, con quien desahogarte, a quien decirle lo que sientes sin que te juzguen. Ojalá todos pudiéramos encontrar alguien así, con seguridad nos haría más sencillo este camino. Eso y saber que no eres la o el únic@ que se siente así.

Etiquetas: Cansancio, Empatía, Mala mamá, Maternidad, Opinión
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