1
Experiencias

¿Mercurio Retrógrado o la luna llena?

Hoy definitivamente no fue mi día, ya no quería escuchar ni una sola vez más la palabra MAMÁ refiriéndose a mí y necesitando que hiciera algo. Y la cereza del pastel es que ahora tengo que acostarme en una carpa sencilla porque mi hijo está feliz durmiendo ahí y quiere que un día duerma papá y al otro día mamá.

Todo el día me sentí muy rara, sin paciencia, todo me daba malgenio, sólo quería gritar y salir corriendo. Y obviamente Samu estaba irritable, decidido a hacer lo que quería que obviamente estaba en contra de lo que yo le decía, con un sueño que le cerraba los ojos, pero él luchó hasta el final para no dormirse.

Y pues, lógicamente busqué quién tenía la culpa de esto y no supe si Mercurio Retrógrado, la luna llena, si es que no he podido encontrar la famosa tercera dosis de la vacuna, que no pude hacer ejercicio porque digamos que las cosas no se dieron, o simplemente estoy cansada; cansada que todo sea mamá, cansada de estar pensando todo el tiempo en tantas cosas mías, de la casa, de Samu, de mi esposo, de todo… me siento colapsada, todo lo tengo que anotar porque, sino, no logro recordarlo, y peor aún, no se hace. Tengo que terminar mi curso, trabajar en la marca, en los talleres, y no logro encontrar el espacio. Y está el martilleo de “¿para qué te metiste en todo esto si trabajando estabas más cómoda?”.

Y está el martilleo de “¿para qué te metiste en todo esto si trabajando estabas más cómoda?”.

Sí, estaba más cómoda pero no era feliz, ni se aproximaba a la tranquilidad y plenitud que siento hoy. Ya por fin se está acabando el día y, por ahora, creo que mi próxima preocupación es cómo lograr que no me dé un tortícolis o un lumbago esta noche.

Aunque al acostarme entendí que el Universo me estaba recordando que no puedo con todo, y menos al mismo tiempo, me estaba devolviendo un poquito de vulnerabilidad, esa que pierdo cuando me siento saturada de actividades y tareas, y creo que seré capaz de solucionar todo sin pedir ayuda ni demorarme un segundo más de lo que quisiera. ¡¡¡Gracias por ese recordatorio!!!

Etiquetas: Carga mental, Maternidad, Mercurio retrógrado, Vulnerabilidad
Compartir
¡Conversemos!